¿Qué es el fenómeno de “Watchmen”?
Si echamos la vista atrás a la era moderna de las películas de cómics, la adaptación cinematográfica de “Watchmen”, al igual que el material original, es algo único. Envuelta en un brillante envoltorio de estilo, la película toca muchas áreas: la coyuntura militar y política (la Guerra Fría), el progreso científico y tecnológico y su motor activo (la máquina de movimiento perpetuo de Manhattan), la crisis energética y el poder de los conglomerados (el proteccionismo de la élite del petróleo y el gas contra Veidt Enterprises) el entorno socialmente insalubre (abusos y delincuencia en todas sus formas), la cuestión de la esencia de la humanidad/existencia, el amor, la filosofía al fin y al cabo (Ozymandias como reflejo de la ley de la unidad y la lucha de contrarios de Hegel, Manhattan como superhombre nietzscheano). Hay bastantes temas superpuestos y complementarios, y la película puede analizarse (y revisitarse) muchas veces, poniendo uno de ellos en primer plano.
Por ejemplo, sobre la sociedad. Aquí los enmascarados no son alegres positivos y esponjosos, sino personajes profundamente ambiguos, con sus propios traumas, que evalúan y aceptan con sobriedad esta vida compleja e injusta. Tampoco es un ser omnipotente, con sus atributos de dios, pero no digno de tal título. La película no rehúye mostrar los vicios de los personajes, dialogando constantemente con el espectador: “¿De qué lado me pongo?”. Y si aún tienes dudas, la escena final de la película con los periodistas aclarará tus simpatías y actitudes, de si crees o no que tendrá un final feliz. Este es el “fenómeno” de Watchmen: la cognición subjetiva de la película es total en base a la experiencia, a la sabiduría mundana acumulada (el cómic cinematográfico se adelantó a su tiempo, así como la experiencia del autor, que lo consideraba un disparate en 2009).
Resumiendo: se recomienda su visionado; si no es intelectual, el placer estético es real. Y ver la versión máxima para una inmersión total.
Stanley
Me gustan mucho las películas en las que el patetismo es exagerado, pero no intrusivo. Como en la película “Watchmen”. La cámara lenta, que era una de las características de Snynder en ese momento, la banda sonora junto con el diálogo y la actuación crean justo ese ambiente. No he leído el cómic “Guardianes” de Moore, por lo que nunca he comparado la película con él, sino que la he visto como una obra independiente.