También pueden utilizarse fibras piezoeléctricas para mantener el tejido en una posición fija. En este caso, el tejido no vibrará en sincronía con los sonidos circundantes, por lo que una parte importante de los sonidos no deseados no podrá penetrar a través del tejido. En las pruebas, los científicos comprobaron que este método reduce la vibración de la seda en un 95% y el sonido transmitido se reduce en un 75%. Además, el tejido refleja hasta el 68% de los sonidos de vuelta al lugar de donde proceden.
Los autores del estudio también afirman que el método puede utilizarse para generar sonidos. Sin embargo, nuestro mundo ya está lleno de ruido: ante este panorama, es mucho más valioso crear silencio. Seguir trabajando en el invento da esperanzas a los residentes de edificios de apartamentos ante la aparición de cortinas milagrosas que eliminen el ruido de los vecinos.